DE LA BIBLIA
Lucas 24:1-48
El primer día
de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas
que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. 2 Y
hallaron removida la piedra del sepulcro; 3 y entrando, no hallaron
el cuerpo del Señor Jesús. 4 Aconteció que estando ellas perplejas
por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras
resplandecientes; 5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a
tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? 6
No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún
estaba en Galilea, 7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre
sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite
al tercer día.(1) 8
Entonces ellas se acordaron de sus palabras, 9 y volviendo del
sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. 10
Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con
ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles. 11 Mas a ellos
les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. 12 Pero
levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos
solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido. 13
Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que
estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14 E iban hablando entre sí
de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15 Sucedió que
mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba
con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le
conociesen. 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis
entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18
Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido
en estos días? 19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le
dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en
palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo le entregaron
los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le
crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había
de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que
esto ha acontecido. 22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres
de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; 23 y
como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión
de ángeles, quienes dijeron que él vive. 24 Y fueron algunos de los
nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él
no le vieron. 25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de
corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era
necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en
todas las Escrituras lo que de él decían.
28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más
lejos. 29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con
nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a
quedarse con ellos. 30 Y aconteció que estando sentado con ellos a
la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31
Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció
de su vista. 32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro
corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las
Escrituras? 33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén,
y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34 que
decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35
Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo
le habían reconocido al partir el pan. 36 Mientras ellos aún
hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a
vosotros. 37 Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían
espíritu. 38 Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y
vienen a vuestro corazón estos pensamientos? 39 Mirad mis manos y
mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni
huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las
manos y los pies. 41 Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y
estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42
Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. 43 Y él
lo tomó, y comió delante de ellos.
44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con
vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en
la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les
abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y
les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas
cosas. 49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre
vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis
investidos de poder desde lo alto.
Citas
bíblicas tomadas de la Bíblia RV60, NVI, LBLA
Ultimos Arreglos
03/08/06
http://www.whoisjesus-really.com