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INVESTIGAR

Estudio interactivo de cinco sesiones. Descubra a Jesús por usted mismo.

SESIÓN 3
Jesús: Maestro de principios y  parábolas.

En el estudio anterior, vimos a Jesús como el sanador.  Pero la gente no solo venía para ser sanada por él, también querían escucharle.  Grandes multitudes de todo el país venían para escuchar lo que él tenía que decir.  El habló sobre el reino de Dios, la oración, el afán y la ansiedad, el amor y el perdón y también acerca de el mismo.

No a todos les gustaban las enseñanzas de Jesús.  El abiertamente hablaba sobre los líderes religiosos que eran hipócritas.  Tenía enemigos que trataban de engañarlo con preguntas; pero siempre les contestó sabiamente.  Aún cuando los líderes religiosos querían matarlo, les era difícil porque las multitudes deseaban escuchar sus enseñanzas, "porque todo el pueblo no quería perderse una sola palabra" (Lucas 19:48). En este estudio discutiremos dos de las mas famosas parábolas (historias que encierran una enseñanza bíblica) que Jesús contó.

A. El Buen Samaritano

Muchas personas se acercaban a Jesús con preguntas muy importantes para ellas.  Para un hombre, su preocupación era qué le sucedería después de la muerte . Le preguntó a Jesús cómo podía recibir la vida eterna.  Jesús hizo que el hombre contestara el mismo, basado en las Escrituras (Lucas 10:27).

Lea Lucas 10:25-28

Después le preguntaron a Jesús, "¿Quién es mi prójimo?"  El contestó narrándoles la historia del Buen Samaritano.

Lea Lucas 10:29-37

Jesús actúa como un buen samaritano hacia nosotros.  El ve nuestras necesidades y fallas, y en lugar de abandonarnos,  se interesa por ayudarnos.


B. El hijo pródigo

Esta es una simple historia, pero sin duda una de las mas grandes en el mundo de la literatura.  Son necesarios los problemas cotidianos que a menudo surgen entre la gente, para ilustrar cómo tanto hombres como mujeres reaccionamos hacia  Dios.

Lea Lucas 15:11-32

Esta historia nos muestra que Dios nos ofrece Su amor, aun a pesar de nuestra voluntad egoísta. También nos muestra que podemos volver a Dios, sin importar qué tanto nos hayamos alejado de El.


PARA REFLEXIONAR

¿Con qué se identifica usted mas:  con la actitud del hijo al irse de la casa  o con su actitud cuando decidió regresar?

¿Cree que Dios le aceptaría a usted completamente, así como el padre aceptó a su hijo?

Puede ser que usted se encuentre en un punto de su vida en el cual sabe que necesita a Dios, y quiere regresar a El.  A lo mejor le gustaría hacer esta oración:

Señor Jesucristo: Gracias porque me amas y entiendo que te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Ocupa el trono de mi vida. Hazme la persona que tú quieras que sea. Gracias por perdonar mis pecados. Gracias por haber entrado en mi vida y por escuchar mi oración según tu promesa. Amén.

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